Uno de los principales retos a los que se enfrentan los ayuntamientos dado al crecimiento acelerado de la población y su concentración en zonas urbanas es el manejo de residuos. Las plantas, vertederos y puntos limpios donde estos se gestionan son espacios de alto riesgo en los que se acumulan gran cantidad de desechos de todo tipo, algunos de ellos inflamables o que generan una reacción ante altas temperaturas, tal situación puede llegar a provocar incidencias al personal, así como a las infraestructuras y el entorno.
Desechos con riesgo de ignición
En las plantas de residuos se trabaja con materiales inflamables, incluidos plásticos, papel y cartón, que se suelen comprimir en pilas, lo que hace difícil detectar un cambio de temperatura en su interior. Además, el calor también se puede ocultar bajo varias capas de desechos o en los depósitos de almacenamiento. Si la instalación no cuenta con tecnologías para una monitorización térmica precisa, y a ello se suma un incremento en la temperatura ambiente, se crean las condiciones ideales para una situación potencialmente combustible.
Por otra parte, los componentes electrónicos como las baterías de iones de litio —cada vez más en uso a partir de la proliferación de medios de transporte eléctricos, smartphones y tabletas— combinan materiales de alta energía con electrolitos altamente inflamables, a lo que se añade que pueden sufrir un deterioro en sus celdas, lo que las convierte en la mayor amenaza actual de la industria del reciclaje.
Potenciando la anticipación
Tradicionalmente para tratar dicha problemática en las plantas de residuos, se ha priorizado el uso de alarmas contra incendios, sistemas de rociadores u otros métodos que tienen un enfoque reactivo, ya que ayudan a extinguir el incendio y mitigar los daños, una vez ocurrido el siniestro.
Sin embargo, con el desarrollo de tecnologías innovadoras, como la Inteligencia Artificial, que están cada vez más implantadas en las smart cities, es posible realizar una gestión más eficiente de las infraestructuras en las ciudades, anticiparse a las incidencias, ahorrar cuantiosos recursos y tener un panorama operativo más confiable. Optar por aplicaciones basadas en cámaras de videovigilancia con analíticas inteligentes integradas, capaces de medir la temperatura y detectar la acumulación de calor, unido a una monitorización permanente de los parámetros térmicos, in situ o de manera remota, resulta una solución perfecta para anticiparse a las llamas antes de que se genere un incendio.
Cámaras Wisenet T, enfoque proactivo para evitar incendios
Los dispositivos Wisenet T de nuestro partner Hanwha Techwin, específicamente sus cámaras térmicas radiométricas TNO-4030TR, TNO-4040TR y TNO-4041TR, pueden ser un valioso aliado en este empeño. Los tres modelos del fabricante permiten la supervisión efectiva a través de la detección precisa de la temperatura de las áreas de monitoreo (desde -20°C hasta 130°C.). Ofrecen analíticas de vídeo y audio fiables que mejoran la eficacia general del sistema, notificando a los controladores de forma automática cuando se detectan anomalías para activar los protocolos de actuación. Los usuarios, igualmente, pueden establecer un punto certero para que las cámaras detecten si sube o baja la temperatura o si esta se encuentra próxima a sobrepasar el umbral de seguridad, por ejemplo, 40 °C.
Red de comunicaciones críticas, un seguro ante fallas
Para complementar la solución, en Cartronic Group también podemos ayudarle a desplegar una infraestructura de red de comunicaciones críticas sólida y confiable, que permita el envío rápido, seguro y en tiempo real de los datos. Contamos con tecnologías avanzadas, switches de gran potencia y altas prestaciones capaces de soportar entornos hostiles, así como sistemas de respaldo energético que garantizan la comunicación aun ante fallas en el suministro eléctrico.
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