A medida que aumenta la migración poblacional hacia las grandes ciudades, se ha convertido en una prioridad para los ayuntamientos gestionar de manera integral, segura y sostenible las ciudades, e impulsar la colaboración efectiva entre diferentes áreas y entidades para incrementar la protección ciudadana. La reconfiguración de los espacios urbanos, respaldada por el auge y desarrollo de las nuevas tecnologías y dispositivos IoT, está permitiendo implementar con celeridad aplicaciones cada vez más inteligentes e interconectadas para ganar en eficiencia, aumentar la seguridad pública y mejorar la calidad de vida de los habitantes de las denominadas smart cities.
A continuación, detallamos 5 elementos esenciales, desde el punto de vista tecnológico necesario a la hora de proyectar una ciudad inteligente segura.
La videovigilancia: uno de los primeros elementos a considerar en el diseño de una smart city, es la implementación de cámaras de seguridad y sistemas de videovigilancia. Es recomendable utilizar cámaras robustas, preparadas para enfrentar condiciones adversas, que cuenten con protección antivandálica y que a su vez tengan la capacidad de entregar imágenes en tiempo real de cada punto de la ciudad, con excelente calidad y gran nivel de detalles, tanto de día como en situaciones de poca luz. En la actualidad, existe una extensa gama de modelos IP que van desde cámaras fija, ideales para monitorear áreas específicas, hasta dispositivos PTZ que pueden supervisar zonas más amplias y son muy efectivos para realizar zoom a personas y objetos. Complementar las cámaras con analíticas de vídeo permitirá, por ejemplo, control de velocidad, coches en sentido contrario, detección de objetos peligrosos, paso de coches en semáforo en rojo, lectura de matriculas LPR, la detección de rostros, entre otras múltiples opciones que proporcionan información útil que contribuya a anticiparse a las incidencias y ayude a las fuerzas del orden público a mejorar su capacidad de respuesta.- Sensores IoT inteligentes y dispositivos de emergencia: la revolución del Internet de las Cosas (IoT) está permitiendo que casi todos los dispositivos puedan conectarse a la red de redes. Desde postes del alumbrado público y semáforos, hasta contenedores de basura inteligentes, es posible enlazar cada elemento a los centros de control de la smart city. Los sensores que se ubican en estos dispositivos ofrecen información relevante y permiten conocer, por ejemplo, si hay sobrecargas en los contenedores, contaminación en el aire, o cualquier incidencia que afecte el correcto funcionamiento y la seguridad del entorno metropolitano.
- Conexión de los dispositivos: para conectar de manera segura las cámaras y demás dispositivos se requiere una infraestructura de red robusta, confiable y segura, lo cual reviste significativa importancia para aplicaciones que demandan gran ancho de banda, como la videovigilancia. Una conexión deficiente podría perjudicar la transmisión de vídeo y la calidad de los datos visuales. La conexión de banda ancha se puede proporcionar con una red de fibra o cobre, pero también se puede implementar una red de radio inalámbrica para ofrecer conectividad de alta velocidad y eliminar la necesidad de los costosos despliegues por cable.
- Infraestructura y administración: las cámaras, sensores, puertas de enlace de IoT, puntos de accesos Wifi y los otros dispositivos distribuidos por la ciudad necesitan de una solución de alimentación y comunicaciones que admita, gestione de manera unificada y controle eficazmente todo el ecosistema tecnológico instalado.
- Centros de control: los puestos de mando de una smart city demandan avanzados sistemas de gestión y tableros de control que permitan recopilar, analizar y mostrar el creciente volumen de datos que se genera proveniente de todos los dispositivos y sensores diseminados por la ciudad. Es esencial contar con modernas aplicaciones de audio y vídeo, basadas en potentes algoritmos de Deep Learning e IA, que permitan realizar un procesamiento inteligente de la información y ayuden a reconocer matrículas, clasificar vehículos, identificar personas sospechosas y detectar incidencias, para acelerar el curso de las investigaciones y la respuesta de las autoridades ante situaciones de emergencia.
La videovigilancia: uno de los primeros elementos a considerar en el diseño de una smart city, es la implementación de cámaras de seguridad y sistemas de videovigilancia. Es recomendable utilizar cámaras robustas, preparadas para enfrentar condiciones adversas, que cuenten con protección antivandálica y que a su vez tengan la capacidad de entregar imágenes en tiempo real de cada punto de la ciudad, con excelente calidad y gran nivel de detalles, tanto de día como en situaciones de poca luz. En la actualidad, existe una extensa gama de modelos IP que van desde cámaras fija, ideales para monitorear áreas específicas, hasta dispositivos PTZ que pueden supervisar zonas más amplias y son muy efectivos para realizar zoom a personas y objetos. Complementar las cámaras con analíticas de vídeo permitirá, por ejemplo, control de velocidad, coches en sentido contrario, detección de objetos peligrosos, paso de coches en semáforo en rojo, lectura de matriculas LPR, la detección de rostros, entre otras múltiples opciones que proporcionan información útil que contribuya a anticiparse a las incidencias y ayude a las fuerzas del orden público a mejorar su capacidad de respuesta.
Si desea profundizar sobre las soluciones para elevar la seguridad en las smart cities, no dude en contactarnos, podemos brindarle toda la información complementaria que necesite.
